mala información en la red – CENSURA O EDUCACIÓN

El 20 de diciembre el periódico digital «El Mundo Navegante» publicaba un artículo que recogía la opinión de el último premio Cenvantes Don Antonio Gamoneda respecto de la calidad de los contenidos de la red. Decía el autor:
«Creo que se necesitaría algo parecido a lo que serían controles en cuanto al buen sentido y calidad de lo que se incorpora a la Red»
Sus razones tendrá para opinar eso, en realidad mucha más gente argumenta en este sentido, incluso he de decir que coincidimos en pensar que en la red prolifera una cantidad inabarcable de información de la cual mucha no es ni mucho menos «recomendable» en términos de rigurosidad científica o siquiera de corrección.
Ahora bien, la cantidad de impropiedad en el mundo editorial escrito es probablemente proporcional al de la red. No debemos olvidar, como nos recuerda el profesor Antonio Bartolomé de la Universidad de Barcelona, que en el mundo de el «negro sobre blanco» impreso muchas veces los criterios para publicar no son efectivamente la propiedad o rigurosidad del autor… influye también la posibilidad de ventas de una u otra opinión, ensayo o disertación (sea del tipo que sea)… o incluso «el dudoso mérito de ser amigo del editor» (Bartolomé 2004)…
Las librerías, en proporción, están tan llenas de impropiedad como la red… la cuestión, a mi entender, no pasa por la censura, la cuestión pasa por dar a los «potenciales lectores» herramientas suficientemente buenas para saber discenir, no entre lo bueno y lo malo, sino entre lo que les es realmente interesante y lo que no.
Lo malo de eso es que censurar es más fácil que educar.

http://www.elmundo.es/navegante/2006/12/19/tecnologia/1166541387.html
BARTOLOMÉ, A. (2004) “Aprendizaje potenciado por la tecnología: Razones y diseño pedagógico”. En MARTÍNEZ, F. PRENDES, M. (2004) Nuevas Tecnologías y Educación. Madrid: Pearson

2 comentarios en «mala información en la red – CENSURA O EDUCACIÓN»

  1. Alejandro dice:

    En la comunicación oral también hay informaciones no veraces, pero ahí somos conscientes de su existencia, y ya estamos acostumbrados a filtrar.

    A los medios de comunicación escritos tradicionales (prensa, libros…) les otorgamos mayor fiabilidad. Internet es un medio «escrito», y tal vez por eso le supongamos un alto grado de veracidad a todo lo que allí encontramos.

    Entiendo que tendremos que aprender a filtrar al igual que hacemos con los medios orales, en función de la fuente….

  2. Anónimo dice:

    Sin duda.
    Además, creo yo, tiene también que ver con cosas como el «Factor Novedad» que estudió Clark allá por los 80. Cuando tenemos un medio «nuevo» solemos fiarnos de la información que de él recibimos… baste con recordar que mucha gente sigue asumiendo que frases como «lo han dicho en la tele» son suficientes para dar credibilidad a una afirmación.

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