Este año se edita el segundo número especial de una revista International en el que se incluirán artículos que son fruto de investigaciones presentadas en la última PLE Conference que tuvo lugar por estas fechas –julio-, el año pasado en Southampton. Los encargados de hacer esa edición de la revista hemos sido mi buen amigo Graham Attwell, la profesora Ilona Buchem y yo misma, y una de las partes más interesantes de este trabajo ha sido poder hacer unas cuantas reflexiones sobre PLEs a cuentas de escribir el editorial de la revista.
Quisiera compartir con vosotros (como ya hiciera Graham hace un par de semanas), algunas de las reflexiones hechas en ese editorial, pero en castellano.
Dos ediciones del mismo congreso, con un año de diferencia entre ellos y dos numeros especiales con casi un año de diferencia también entre ellos nos han hecho pensar en el camino recorrido.
En aquel momento nuestras preocupaciones estaban bastante bien definidas. Las discusiones principales se concentraban en torno a la conceptualización misma de Entorno Personal de Aprendizaje (PLE), qué era, si podíamos considerarlo sólo un constructo tecnológico o un constructo pedagógico; si podía/debía incluirse en las estrategias de las instituciones o si instituciones de educación formal y PLE eran, por concepción, incompatibles.
Adicionalmente, habíamos empezado una primera aproximación empírica a nuestro objeto de estudio. En aquella primera ocasión discutimos algunas investigaciones principalmente centradas en tecnologías concretas y su papel a la hora de crear, enriquecer y gestionar el PLE; además hicimos algunas aproximaciones a cómo las “affordances” de unas tecnologías resultaban más interesantes en dicha construcción.
Sin embargo, sólo un año después, aquellas discusiones resultan felizmente superadas, cuando no obsoletas. Es evidente que ya no estamos en aquel primer momento y que las tensiones entre posturas que parecían irreconciliables han resultado no serlo tanto y han dado paso a posturas más centradas que nos ofrecen mayor perspectiva a la hora de abordar el estudio de los PLEs.
El tiempo de discutir sobre si un PLE es una herramienta, un entorno o un enfoque pedagógico, ha pasado. Tenemos ya un corpus suficiente de literatura en diversos idiomas en las que no faltan definiciones desde diversas perspectivas y sobre los factores y características que le dan entidad al término.
La mayoría de los asistentes a la PLE Conference 2011 convenimos en defender que PLE es un enfoque pedagógico con unas enormes implicaciones en los procesos de aprendizaje y con una base tecnológica innegable. Un concepto tecno-pedagógico que saca el mejor partido de las innegables posibilidades que le ofrecen las tecnologías y de las emergentes dinámicas sociales que tienen lugar en los nuevos escenarios definidos por esas tecnologías.
Somos conscientes de que es preciso seguir pensando en las mejores vías para enriquecer los procesos de aprendizaje a través de dinámicas cada vez más transparentes que usen, a la vez, el potencial de lo formal y lo no formal, los contextos laborales y educativos, el énfasis en el aprendizaje y en el conocimiento… Creemos que es imprescindible abandonar la moda de crear nuevos acrónimos para diferenciar contextos, o partes del PLE, o herramientas, y más aún cuando muchas veces responden exclusivamente a nuestro afán de perpetuar el nombre unos minutos y no a un avance en la perspectiva de análisis.
La mayor preocupación que tenemos los que hacemos parte de esta comunidad [la PLE Conference en presencial y en virtual] tiene que ver, sobre todo, con cómo vamos a poner en marcha la idea de PLEs en el mundo real. En general coincidimos en pensar que implementar la idea de PLEs no tiene que ver con incluir una herramienta –ni una serie de herramientas- en el proceso educativo; y, aún cuando creemos que las herramientas son importantes, sí tiene que ver con implementar una nueva forma de entender cómo sucede el aprendizaje.
En consecuencia, nuestras preocupaciones alrededor de los PLEs se concentran ahora en asuntos prácticos, de implementación y adopción del enfoque en diversos contextos teniendo en cuenta perspectivas interdisciplinares. Es decir, que nos preocupa cómo se implementa, pero teniendo en cuenta las facetas pedagógicas, didácticas, tecnológicas e institucionales de esa implementación que, al fin y al cabo, son las que configuran el complejo sistema de tensiones que delimita el marco educativo.
Tras estas reflexiones, las discusiones que hemos tenido desde la última PLE Conference, después de coincidir en tantas cosas y discrepar en otras nuevas ;-), sabemos que del futuro de los PLEs tiene que ver con la investigación. Tenemos la impresión de necesitar más y mejores aproximaciones investigadoras a los PLEs; investigaciones más profundas, de prácticas más arriesgadas y con metodologías innovadoras y rigurosas, que nos permitan pasar de un plano superficial a otros planos más interesantes de análisis.
Esperamos sinceramente que este año, en la PLE Conference 2012 podamos dar nuevos pasos en esa dirección.
PLE Mind map by DinkaCh in http://www.flickr.com/photos/dinkach/7162480429/
Este post se publica en paralelo hoy en e-aprendizaje, gracias a la invitación que me ha hecho su director David Álvarez de publicar en él. ¡Gracias David!