Ayer día 11, los que me seguís en el twitter, presenciasteis una pequeña tormenta de tuits que tenían el hashtag #oere1213 (correspondiente a la asignatura de Organización y Recursos Educativos del grupo 1 de primer año del grado de Educación Primaria de la Universidad de Murcia–al que yo les doy clase-) y que hacían una serie de afirmaciones y preguntas sobre el libro de texto (el HT #librodetesto también lo usamos en la sesión) que dejaban mucho qué discutir y alguna preocupación entre los que lo leíais. Como sé que os preocupáis por si me han hecho una trepanación o un lavado de cerebro, y además con el objetivo de compartir un poco de lo que hacemos en clase, quisiera contaros un poco de qué iba todo aquello.
En el marco de esta asignatura se hace una introducción al libro de texto como representante por antonomasia de los recursos tradicionales de uso en el aula y yo, como os contaba el año pasado cuando hicimos otra actividad para explicar este mismo particular , no tengo ni puedo tener una visión neutral o indiferente con este tema. Pero es más, no quiero que mis alumnos tengan una visión neutral o indiferente al respecto, yo creo en su compromiso ético e ideológico con la educación. Ahora bien, odiaría que mi visión tan radicalmente parcializada les llegara con la superficialidad de todo cuanto nos llega sin haberlo pensado y que, como todo lo superficial, fuera fácil de olvidar e insostenible cuando lleguen a la práctica reflexiva. Por eso este año he usado para este tema una dinámica que ya hemos usado en alguna otra asignatura y para otro tema (en concreto para hablar de redes sociales e identidad digital): hemos montado un Debate con formato Lincoln-Douglas adaptado.
Os cuento :
Este tipo de debate, que hunde sus raíces en la historia de la política estadounidense, tiene una estructura básica que seguimos estrictamente (si tenéis curiosidad aquí está la entrada de la Wikipedia sobre Debate LD). Aunque en nuestra clase hacemos una variación al formato original y en lugar de contar con un único orador, en cada debate, tanto proposición como oposición contarán con dos o tres estudiantes (sus dos estrellas de la semana) como oradores. Así pues el mecanismo de la jornada de debate ha sido: Se realizaron tres debates separados en los que se discutirá en torno a los siguientes subtemas relativos a los libros de texto (yo dí algunas pistas de bibliografía básica, pero pedía que buscaran sus propias fuentes y datos de respaldo… estaba rotundamente prohibido exponer opiniones sólo basadas en la propia experiencia, buscamos un debate profesional con base en documentación, noticias y datos):
En cada debate se sorteó, además de los subtemas a debatir (1 por cada debate), qué grupo participa y el rol que desempeña (Oposición, Proposición o Juez). La figura de Juez corresponde a un grupo que debe exponer al final del debate: ¿Qué aspectos no se han tocado en el debate? ¿Qué errores (objetivos) se han expuesto o rebatido?¿Qué datos importantes no se han aportado al debate? El planteamiento de esta actividad tiene varios objetivos:
Como veis muchas de las opiniones vertidas por mis estudiantes ayer (y que reflejaba yo en mis tuits no son las que defenderían en una discusión normal, pero su trabajo –que además hicieron la mayoría con gran soltura y con mucha preparación- era precisamente ese, buscar argumentos y defender lo que les tocase, fuese lo que fuese. ¿y qué tal fue? Pues el balance creo que fue bueno, me han sorprendido gratamente algunos grupos (nunca son todos –eso he aprendido- pero me basta con que sean muchos ☺), han leído mucho, han buscado sus datos, han preguntado a profes, han sabido ponerse en la piel de lo que no comparten y han abierto su mirada más allá de lo que yo podría haberles enseñado…
Pues eso ¡genial!
¿Y pueden mejorar cosas? PodeMOS, seguro, pero en eso estamos 😉
Nota: si no sabéis de qué TL os hablo y queréis echar un vistazo, mirad lo que se tuiteó el 11 de marzo con la etiqueta #oere1213
One thought on “Aclaración: Debate Lincoln-Douglas sobre Libro de Texto en el aula”