Como os contaba en el post anterior, el día 10 defendí mi catedra de universidad y no quise incluir un apartado de agradecimientos en el documento porque no quería meter un «sentimentalismo así» en un documento tan “formal y académico” porque temo que le quite la importancia, la impronta del esfuerzo y la rigurosidad (si, yo también sé que a veces me paso de frenada con la formalidad y me tomo demasiado en serio a mí misma… es parte del comlejo del impostor), pero en cambio incluí un apartado final, a modo de epílogo para honrar a lo que quise llamar “Mis Fuentes” y os lo reproduzco a continuación:
«Llegar hasta este momento profesional es fruto de un trabajo constante y consciente en el que he seguido una visión dinámica sobre lo que es importante en la universidad y para la universidad; y esa visión me ha regalado lo mejor que tengo: mis fuentes de inspiración.
En primer lugar, quiero reseñar a mis estudiantes como fuente de inspiración. Cada curso, cada asignatura, es un reto. Intentar que la asignatura y el trabajo que hacemos en clase sea memorable y merezca la pena, es una obsesión. Espero con sinceridad ser rápidamente olvidable como persona, pero necesito que la experiencia que mis estudiantes viven en la universidad, también en mi clase, sea profesionalmente transformadora. Ese objetivo me obliga.
El curriculum que evidencia mi trayectoria profesional es la historia de todas las historias que me hacen llegar hasta este momento. Para mí es mucho más que la suma de cosas, de hecho –y aunque sea así para los modelos de evaluación académica actual– me niego a que mi trayectoria se resuma en sumas de cosas. Mi trayectoria profesional es el poso de muchas clases –recibidas y dadas–, de toneladas de conversaciones, de muchas discusiones, de miles de defensas, de horas de chat, y de la paciencia y la sabiduría de mucha gente cuyas aportaciones configuran estratos que han construido el sitio del mundo desde el que puedo mirar.
Este proyecto, y mi curriculum son una historia de crecimiento en un campo de conocimiento, de una propuesta epistemológica, ideológica, metodológica y académica, de una forma de hacer, de compartir, de resistir y de intentar influir.
Tengo el privilegio de haber trabajado –y de seguir trabajando– con decenas de personas por todo el mundo (mucho más allá de lo que un grupo de investigación o una red al uso incluye). Todas las personas que aparecen en mi CV como coautoras – y muchas que no aparecen– me han regalado momentos que me han hecho crecer, reflexiones que han alumbrado nuevas perspectivas, correcciones que me hacen ser más legible, lecturas que me han abierto los ojos, dudas que me han hecho pensar más, preguntas que me han hecho pensarlo mejor, hábitos y manías que me han modificado. Los proyectos que se incluyen en esta propuesta –como la mayoría de los que emprendo– han sido discutidos con mucha gente y se inspiran en los momentos largos y cortos que esas personas me han regalado.
He compartido todo lo que he podido estos años y seguiré compartiendo en los formatos más ortodoxos y en todos aquellos que considere relevantes o interesantes en cada momento. Más allá de lo que “cuenta”, más allá de lo “financiable”, lo voy a seguir haciendo. Divulgar estos años en formatos variados, en contextos diversos, me ha enseñado muchas cosas que he puesto en práctica en mi forma de investigar, en mi forma de dar clase, y ha hecho que lo que hacemos llegue a sitios y personas a donde no suele llegar la investigación que se publica en los artículos.
Tener la oportunidad de optar a ser Catedrática de Universidad representa para mí un privilegio y una responsabilidad inmensos. He llegado hasta aquí de una forma concreta y eso tiene implicaciones que asumo y un precio que seguiré pagando; es mi misión ser digna de ese privilegio y de esa responsabilidad. Gracias a todas las personas y las instituciones que me dan su apoyo cada día para hacerlo posible.»
Y aquí en este post, aprovechando este momento feliz y que ya no es un contexto formal quiero agradecer además de a mis fuentes de inspiración -que sois todos los que me regaláis vuestra conversación y tiempo–, a mis amigos, a los de Valencia, a las Viejas Glorias, a los pandilleros, a los de mil sitios que habéis sido más que mis coautores y que compartís mis días y alegrías, a las personas que no se dedican a esto de ser «académico» (tengo un montón de PAS en mi cabeza) pero de los que he aprendido TANTO, a los que me habéis arropado cuando ha hecho frio, a los que me habéis hecho sentir que estaba rodeada aunque estuviera sola, a los que siempre creéis en mí y tenéis la paciencia de quererme a pesar de que soy solo yo.
Gracias a trodos aquellos que, en estos dias, me habéis hecho llegar vuestra alegría por este logro y lo sentís como vuestro. Gracias por las cosas preciosas que me habéis dicho estos días.
A mi familia de origen, a mis padres – a mi madre– por los privilegios que me han permitido llegar hasta aquí, por la historia de nuestra familia que me ha hecho en parte ser como soy. A mi familia política –cuñados, cuñadas y sobris (que me hacéis tita aunque no tengo hermanos)–, a mis suegros –Arturo y a Alicia– que están siempre conmigo en estos momentos “finales”, pero que viven conmigo todos los intermedios, gracias por hacerme notar lo orgullosos que estáis de mí.
A mi familia. A Alejandro, que me hace una mejor versión de mí misma, que solo se preocupa de que sea feliz, que siempre está en mi equipo. A Raquel, que me acompaña al infinito y más allá, que me ha regalado algunas de las conversaciones más interesantes y divertidas, los planes más atrevidos que se me ocurren y ha “recolocado” el mundo, nuestro mundo, felizmente en muchos sitios.
Gracias totales.
Las imágenes de esta galería son una serie de postales que creé en medio de mi preocupación de dar sentido al CV más allá de la idea de «más lejos, más largo, más, más alto», dejaré publicados los detalles de cómo las hice por si te apetece saberlo, además de la presentación en ESTA página
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