Retos de la creación de conocimiento en 2021

A raiz de mi participación en una de las líneas del próximo FIET 2021 (Fòrum Internacional d’Educació i Tecnologia), tengo la suerte de debatir en un grupo de trabajo en el que estamos reflexionando sobre los principales retos que la actualidad plantea a los modelos de producción de conocimiento.  Ya en su momento tuve la suerte de formar parte de un grupo idéntico, pero en el FIET 2014, del que salió un documento que creo que merece la pena revisar «The educational landscape of the digital age: Communication practices pushing (us) forward», ahora el reto tiene que ver con volver a echar un vistazo a la cuestión e intentar evaluar y, si es preciso, refrescar aquella reflexión.

En la primera parte de nuestro trabajo hemos estado dándole vueltas de forma individual a cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la creación de conocimiento en nuestros tiempos y me gustaría compartir con vosotros mi aportación que además viene ligada al último post de este blog.

Siguiendo con la tendencia de aceleración casi imprevisible que hemos observado en los últimos 20 años, los últimos 5 años han supuesto un enorme cambio en lo que se refiere a la forma en la que se produce el conocimiento. Si bien los cambios parecen meras consecuencias de los procesos tradicionales, lo cierto es que hay cuestiones en las que el cambio cuantitativo (por la cantidad de gente que lo usa, por la tecnología de procesamiento que lo respalda) sí ha supuesto retos cualitativos de enorme calado. Me gustaría señalar algunas de ellos:

  • La exposición de un inmenso porcentaje de la población al uso efectivo y diario de tecnologías ha cambiado la forma en la que la gente se enfrenta a la creación de contenidos diversos, eso se refleja desde en cambios en la forma en que los usuarios abordan la creación de contenido digital (el tipo de herramientas que usan y la cantidad de medios que manejan),  hasta cambios apreciables en el código de comunicación (mayor preponderancia de vídeos, menor “miedo” a la cámara, enriquecimiento de las conversaciones hacia usos transmedia) o, en el caso de los usuarios más avanzados, la creación de materiales más híbridos que combinan realidades mixtas y que tienen una inmensa carga de significado.
  • Nuevos modelos narrativos permitidos por herramientas de uso masivo, p.e. el caso de la producción de contenido en hilos de twitter, los reels de instagram o el caso de tik-tok con sus remix, y cómo eso genera posibilidades diferentes de organización simple de esas nuevas narrativas -ver este ejemplo: https://twitter.com/KalhanR/status/1391083690051129353?s=20 ). Este reto alude  también a la creación de contenido colaborativo de altísima calidad “en vivo y en directo” en plataformas de streaming de vídeo como Twich (un buen ejemplo de ello son las retransmisiones de twich de eventos políticos, especialmente los relacionados con las elecciones Estadounidenses del año 2020) o de audio como Discord (usada por algunos de mis estudiantes en sus incursiones de podcast), Clubhouse y Stereo. 
  • Desde el punto de vista de los usos literarios, algunos cambios en los modelos de producción del arte: literatura, cine  ya fueron  mencionados en el trabajo de 2017 de una forma casi anecdótica (historias contadas en twitts, p.e.)  pero en los que se ha profundizado más si cabe en los últimos años (p.e. https://carlesbellver.net/contes/unicorns/ ). Además existe un reto que por ahora solo es muy minoritario pero que alude directamente a la producción de arte figurativo digital (con certificados de autenticidad arcados por cadenas de bloque tipo bitcoin) y que se mueve en un mercado propio.
  • El avance de los mecanismos de automatización y la velocidad de procesamiento  dela IA ha generado también una inmensa cantidad de contenido “falso” (fake vídeos, automated texts) plantean -al menos- dos retos complementarios:
    • La importancia educativa de las competencias de pensamiento crítico para el mundo digital con énfasis no solo en programas de educación y reeducación de niños y escolares, sino de abordar de alguna manera la educación y reeducación de adultos y adultos mayores que se encuentran completamente faltos de herramientas de pensamiento para enfrentar el nuevo escenario de información.
    • El replanteamiento profundo del tipo de contenido en el que se basa el conocimiento académico y la finalidad de determinadas prácticas del mundo educativo. Por centrar la conversación me preocupa, como ya os he dicho antes,  la pertinencia de el formato actual de las secciones de revisión de literatura en los trabajos escolares o académicos, entendidos  como parte de la formación, ante el auge y el extraordinario buen funcionamiento de herramientas como  https://smodin.me/ , o las empresas online de creación de trabajos académicos que ya están teniendo un impacto en los debates de grandes universidades sobre cuál es el sentido de determinadas prácticas. 
  • Desde una perspectiva bastante más positiva, ese aumento en la velocidad de los mecanismos de automatización ha permitido que las herramientas que generan contenido alternativo a los formatos ya creados, hayan mejorado muchísimo (el caso de las herramientas generadoras de subtítulos automáticos o de traducción simultánea de sonido, o combinadas como Ally de Blackboard), amplía y profundiza las posibilidades de la accesibilidad lo cual vuelve a poner el foco en la intervención humana y en la sensibilización sobre la importancia de que la accesibilidad no sea un “posibilidad extra” sino una obligación en la producción de conocimiento. 
  • Creo que uno de los mayores retos en términos de creación de conocimiento tiene que ver con la influencia. Los mecanismos por los que determinados grupos de poder ejercen su influencia en los contenidos que se crean y en el conocimiento de las personas son cada vez más sutiles pero mas importantes. Entender cómo funcionan esos mecanismos puede suponer uno de los grandes retos para educar a los influenciados y para promover determinados focos de influencia.
  • En estos tiempos de creación de contenido es cada vez más importante el reto de la visibilización de los equipos de creación de contenido. Los estándares de citación clásicos (solo apellidos, primer autor “et al”) no cumplen con esos estándares.
  • La ampliación de los canales de distribución a espectros geográficos más amplios y la descolonización de los discursos es cada vez un reto mayor.  

Creo que hay un reto que es perenne en esta sociedad de la sobreabundancia, el reto de la curación de los contenidos que se consumen y la generación de su propio conocimiento. Uno de los retos es cómo conseguir dotar a las personas de herramientas (tecnológicas y personales) que les permitan curar ellos mismos el contenido que quieren consumir de forma eficiente y éticamente deseable.

No se trata de asuntos simples y, desde luego, superan con creces la capacidad de nuestros esfuerzos personales dar respuesta a desafíos tan importantes y complejos, pero como todo en el mundo, creo que la primera parte es reconocerlos y entender que no son los únicos, ni los más importantes, pero están ahí y forman parte de nuestro futuro inmediato de desarrollo humano con tecnología.

El lado más claro del lado oscuro (o plagio de los Friskies)

Estaba escribiendo una introducción enorme a este post, pero creo que no ha lugar.  Solo quiero compartir con vosotros la reflexión sobre los libros de texto que escribieron un grupo de mis estudiantes como parte final de una de sus tareas en su portafolio final, está en inglés (el traductor es un gran amigo jeje), echadle un vistazo:

The Dark Side of TextBooks

By Friskihedgehogs

Government and editorials

WE ARE GOING TO START FROM THE END: the relationship between government and editorials and their interests to make money thanks to the educational system (Adell 2010). This situation goes on to a worse and deeper problem, the consciousness of teachers as professionals. The teacher’s creativity melts in a useless tool in which they do not consider themselves like key pieces of the educational process, they rely on the textbook with so fiercely that they have lost the point of teaching. Therefore, the entire planning and lessons are driven throughout the daily class, semester and year with the only contents into the textbook. Besides, the content of the textbooks is something that does not escape from the evil hand of the bias.

Raymond Williams in W. Apple (2000) argues that books are created for people who have a specific knowledge, culture, vision and ideas. If we assume that, we must be aware that the bias and pressure that governments pose over the editorials is overwhelming. Many times, the money editorials make is by linking their products with the ideological purpose of politics. Thus, the benefit of the book sales goes directly to the pockets of those who have the control over the educational system and the editorials. By managing the educational curriculum with that power relationship they decide what materials are used, what teachers must do and what textbooks they must follow. All in all, it is a way to manage the knowledge and the knowledge is power, and the roads from where the knowledge travels are part of the social distribution of power, as it is said by John Fiske in Apple (2000).

Moreover, the next sentence is perfect to grasp the idea “education and power are terms of an indissoluble couplet” (Apple, 2000). This means going so far away, but we want to let this as crystal clear. The neo-Marxist ideas in the sociology of education saw how the official knowledge was distributed and, who controlled its distribution. Therefore, schools act as factories in which the dominant class position is teaching its ideology so as to maintain and legitimatize its social position, Althusser in (J. Saha, 2011).This relevant statement falls dawn on how knowledge is collected into the textbooks and as said before, it is written for someone with an ideology and with a specific intention, perhaps is so rude but, do we need, under such evidence, believe and rely on textbooks to guide our daily lives as teachers? Can we keep going with this textbook in our classroom? Is it not enough all that we know?

The most important fact for me is boys and girls in class, their future as citizens of a society, a society asking them to be competent, but competent under the current society peculiar interest. If we accept the textbook a unique guide, no one is teaching them to be critical, free, dreamers or happy, we are teaching just the contents or even worse, the packet knowledge in a textbook. We will teach them their social class and make them understand where their limits are. Here is the word, “limits”. Whereas, if we teach them where the dominant class is, how they act and how they control society. We will teach them how to be critical boys and girls who will hit this world, we will teach them how to think away from the ideological bias of the textbooks and, of course, make them able to think out of the box.

All in all, we will not set any “limit”, yet we will teach them how to take off to bit this planet. At this point, we consider tackling an important issue, as textbooks are used to deliver the so-called “official knowledge” (Apple, 2000). What are students really learning when an entire class is tied to a textbook? Can we assume that everything stated in a textbook is learned by them? Or even worse, can we assume each teacher teaches exactly what is in a textbook? Without a doubt, every student has a background, cultural basis, religious, families and an SES which differ from another; otherwise, we do not have our lovely diversity. Besides, we cannot assume the students are blank sheets eager to be painted with an amount of information, information that is supposed to be the body of knowledge with which they can obtain the Promised Land. They are not passively reading the book or learning from it, they have their own thinking and beliefs (Apple, 2000).

ONE OF THE MOST STRIKING FEATURES OF THIS TOPIC IS; what is it inside of a textbook? How is the information distorted? And, how are political interests in? “Textbooks introduce young people to an existing cultural and socio-economic order with its relations of power and domination” (Crawford, ND). Crawford states in his research about textbooks analysis an evidence of how many textbooks around the world contain bias depending on the political interest, for instance, in Spain they found evidence on how editorials have to provide the history of a region in 8 different forms in a textbook  by Makay (1997) in (Crawford, ND). There is an European organization, The Georg Eckert Institute for International Textbook Research in German which is in charge to analyse, compare and identified, historical, political and geographical presentations in the textbook (Crawford, ND). Knowing about the existence of this institution is ok; however, it does not solve the real issue, the manipulation of textbooks distribution and contents under political interests.  Thus, what could we do as a teacher? Of course, the answer is far to be easy, because we cannot change the whole system but, by knowing what politics and editorials do, we can manage the planning and the classroom and go deeper or not in a topic if we use our critical thinking about the textbook.

At this point, we want to state that critical thinking will help us to engage our students to be critical as well, and as a result, either teachers or students can start a flame which can be the first step to change the entire educational system. Because knowledge it has not to be in a textbook, knowledge is surrounding us, it is anywhere, in different forms, knowledge is drifting among us in our daily lives, knowledge is free and it is the seed of other knowledge. Knowledge is delivered and shared with our friends, parents, teachers, museums, cinemas, pictures, drawings, etc. Knowledge is alive, and it has no limits, no boundaries. This statement drives us directly to the controversy in our country, Spain, in which editorials are trying not to lose money with ridiculous arguments while sinking in a lake of reality. They blame the government for encouraging schools for hacking; they state the schools are spending money on devices with no content; and, something funny, they argue that there are no evidence that ICTs are good at all (Adell , 2010).

The fear of losing privileges and money is evident. It is like a tantrum of a kid because there is no chocolate left to eat. They are not aware of that knowledge is free. As Adell (2010) claim, the content textbooks, the inadequate web support offered by editorials and, libraries full of books are nothing without the teachers’ work because the content does not teach by itself. Also, there are several groups of teachers sharing planning, methodologies, and documents completely free which give us the opportunity to take the planning from other schools (Adell , 2010).

It does not surprise us that editorials become mad in front of such evidence. But the idea is brilliant. We can share everything just with a click. The good news is that we will have the opportunity to develop our method or planning in a group and when we say “in group” we mean the entire earth. Thanks, the internet we can chat with any teacher or headmaster of any school wherever. The amount of experience, knowledge and wisdom are tremendous. Besides, we can compare with others what they did and what they tried, just to avoid mistakes committed before. The real benefit is that knowledge will be growing nonstop with no limit.

The textbook and some limitations

WE DO NOT WANT TO GO SO FAR AWAY FROM THE REAL ISSUE, but the theory of multiple intelligences argues that each individual has a number of specific abilities (J.W., 2011). As teachers, we must provide the best path for our students for powered their abilities and spark their motivation to learn and to learn how to learn. Howard Gardner (2002) stated that every human being has eight kinds of intelligence, verbal, spatial, Body-Kinesthetic, musical, interpersonal, intrapersonal and natural. Let’s be honest, if we all wish the best for our future children, how can we help them develop their intelligences with a unique textbook? They will need better resources in and out of the classroom, materials with which they can have a cascade of information and knowledge in many different forms. Audio, visual, and media support are offered nowadays by ICTs, but not only ICTs, also the creativity and ability of any teacher is required to deal with the daily live in schools because each child is different and each topic or subject can be approach from thousands of different ways. We, as teachers have the power to adapt the content for our pupils, make it easy for them to understand, and it requires a heuristic point of view, a creative form of working, and a background of knowledge about real resources that we can use to do it. What we want to highlight here is the clever eye of the teacher in a classroom, the teacher must be out of the fixed textbooks which forcing and driving the planning, organization, and the knowledge weekly, monthly and annually. Not only is the use of ICTs important but a great deal of creativity is needed for mastering the process of teaching-learning into a classroom.

THE DYNAMIC CONTEXT OF A CLASSROOM AND SCHOOLS where thousands of interpersonal interchanges take place among student and teachers is named “the social traffic of the classroom” (Jackson, 1966). Besides, Louis Cozolino made the foreword in the book The Invisible Class (Olson, 2014) in which he states the importance of pay attention to The Invisible Class. This idea highlights the thousands of neurological and human connection that take place in the classroom forming the context for teaching between student and teachers. This concept looks after the planning in a classroom and how schools should pay attention to emotions that each student has in class and how these emotions fly among individuals either in classroom or schools (Olson, 2014). Obviously, we cannot rely on the textbook as unique allied for us due to the emotional factors. A textbook is not flexible as we can be, a textbook has not the emotions that we can pose over a topic, a textbook is anything but useful if it is not managed wisely (here, we are to do it). A textbook has not had into account the multiple interactions created in a classroom because a classroom is more than few people speaking or doing exercises. Both teachers and children have emotions and feelings that make them unique as the classroom is (Olson, 2014).

From this point, we may consider how quick a teacher has to manage each question made by students, how to manage the rhythm of a classroom with every child having a different question for a unique topic. SO, how can we solve the questions each child arises? Of  course, if we have a unique textbook, the pressure from editorials arguing that use free resources are hacking (what means teachers are delinquent), and if we have to follow the organization and the planning set in a textbook (Adell , 2010). One this is clear, a textbook is not the answer and, it is way far to be a helpful tool, even though, editorials cannot accept that because they have not the power to conduct our lives as teachers. Whereby, the creativity, the free planning before hand’s curriculum and the flexibility that our planning must have, it is not possible to find it in a textbook.  It is in our hands and minds ready to be used, ready to be shared with others, ready to be useful for our student ready to be delivered worldwide and, of course, ready to push our student to this ocean full of wisdom, thanks, everyone who shares knowledge. we want to state that knowledge and the production of it must be free. Moreover, easy to share and flexible to model, not to mention, it is a necessity that knowledge must be as easily reachable for anyone as possible. Here, we are the future generation of teachers to carry out our magnificent planning which will serve as an example for others, full of creativity, new ideas, and ingenuity, and devised to squeeze the best part of our pupils. By thinking out of biased textbooks, which only serve  the interest of politics and editorials, we can help students, letting them go deeper in a specific subject or topic, loading them with strength and passions and, letting for them the doors to learn open wide.

PESTALOZZI ARGUED THAT THE CHILDREN ARE EAGER TO LEARN, keen to discover the narrow corners of this world (Château, 1956). Thus, a methodology in which textbooks are the only tool to manage the school life must not be taken into account. On one hand, we must be ready to accept in any given moment a possible change in our planning, due to the fact that children can choose to go deeper into a given topic and to do that a textbook only helps to change a page for another (not so special I could say). On the other hand, a good connexion to the Internet might help us, and a method used from others could be useful as well. But it is important not to forget the key fact; we, the teachers, because if we assume that textbooks (with their content alone) are useless, then we must understand that ICTs are nothing without our abilities to make them useful for children. It is not about burying textbooks and fill schools with technology, it is about how we use different resources and technology, more accurately we should say TPACK, or technological pedagogical content knowledge, which is a framework of work in which teachers combine this three elements to manage, adapt and show a given topic for students (Mishra, 2009). This idea shows with hard evidence what kinds of abilities a good teacher must master, of course, far from the old-fashioned textbooks.

TO SUM THINGS UP, we could say the week was great and all of us have learn a great amount of things, from how editorials manage the official knowledge which is made in benefit of dominant class, politics interests tied to editorial textbooks creations, the distorted reality in textbooks because government wants to conceal the darkest past or present of a country, even the voice of teachers praying for liberty when using new tools and methodologies in blogs. So, as a future teacher we think this was a great week, a week that has sparked in our inside a flame, a crave to hit this educational-political-editorial hegemony, to hit them hard, in the stomach. We are aware how big they are, but they don’t seem to realize how the power of shared-knowledge is growing. In fact, every moment they waste in summits praying for government regulations against sharing knowledge. A superb amount of information and knowledge is not only created but also shared throughout the world. Just a word comes to my mind:   PASSION-KNOWLEDGE-LIMITLESS.

References:

Adell, J. (2010). Carta a los editores de libros de textoJordi Adell (@jordi_a): edu & tec. Retrieved 14 March 2016, from http://elbonia.cent.uji.es/jordi/2010/06/06/carta-a-los-editores-de-libros-de-texto/
Adell, J. (2011). Lecturas sobre libros de textoJordi Adell (@jordi_a): edu & tec. Retrieved 14 March 2016, from http://elbonia.cent.uji.es/jordi/2011/07/18/lecturas-sobre-libros-de-texto/
Apple, M. W. (2010). CULTURAL POLITICS AND THE TEXT. Routledge, 42-60.
Château, J. (1956). Los Grandes Pedagogos. Paris: Fondo de cultura Económica.
Crawford, K. (ND). Researching the Ideological and Political Role of the History Textbook -. 1-6.
Jackson, P. W. (1966). The student’s World. The elementary School Journal, 345-357.
Mishra, M. J. (2009). What Is Technological Pedagogical Content. Contemporary Issues in Technology and Teacher Education, 60-70.
Olson, K. (2014). The Invisible Clasroom. Relationships, neuroscience & Mindfullnes. New York: W.W Norton & Company.
Saha, L. J. (2011). Sociology of education.»21 Century Education: A Reference Handbook.SAGE. Australian National University.
Santrock, J.W. (2011) “Educational Psycology” 5th Edition, New York: McGraw-Hil

 

Huelga decir que el portafolio está evaluado (no solo calificado) entusiastamente, y que os invito vívamente a que le déis un vistazo a su trabajo (especialmente a las reflexiones) http://friskyhedgehogseportfolio.weebly.com/.

¿Y por qué me aprovecho de su trabajo para rellenar mi blog? uy, pues por varias razones:

  • Porque le han puesto una preciosa Licencia CC, se los pedí y me aprovecho de su saber :-).
  • Porque la reflexión es muy buena, especialmente desde la perspectiva del futuro maestro, así que me sirve para traer a uno de mis temas favoritos al blog: el lado oscuro de los libros de texto.
  • Porque tener estudiantes así es un regalo (tengo más, ya presumo de lo que hacemos en clase, todo es porque ellos lo hacen :-)) y  cuando hacen un trabajo de esta calidad no quiero más que mostrarlo (ojalá visitéis su portafolio) y aprender de ellos.
  • Porque nos quejamos mucho de la falta de reflexión, pero sigo pensando que mucho de lo que nos falta tiene que ver con que no definimos qué es lo que significa reflexionar en profundidad y por ello cuando queremos reflexionar, no van (ni vamos) más allá de descripciones más o menos elaboradas.
  • Porque me interroga mucho sobre qué hacemos que no les pedimos más, que nos les damos más, que no los entusiasmamos más…

Gracias chicos, muchas gracias.

Pensamientos veraniegos I: de la universidad y sus demonios

Este verano ando especialmente desconectada del mundo, especialmente del mundo laboral. Ha sido un año especialmente intenso y he llegado hasta aquí con la piel demasiado fina y desgastada. No se trata de que haya pasado momentos duros (tengo un trabajo chulísimo, que me encanta y me va super bien), pero la actividad ha sido interesante, gratificante y deliciosa, pero a la vez frenética e intensa, así que «la piel» necesita regenerarse para volver con brío en el nuevo curso.
Parte del desgaste de la piel tiene que ver con lo que pasa en la universidad (lo bueno y lo malo) y por lo que pasa en torno a la universidad.
No es preciso que enumere todo lo que pasa hoy en la universidad y en mi universidad. Pero este año he vivido no solo la compleja situación interna de la universidad, sino que he sufrido -más o menos directamente- la dureza de los juicios, la ignorancia y la ligereza de diagnósticos, generalizaciones y soluciones sobre la situación de la universidad pública española, algunos hechos desde dentro y otros desde fuera, y no siempre con la delicadeza y cabalidad que creo que merece el tema.
Para no faltar a la verdad he de decir que siempre que alguien hace uno de esos juicios o diagnósticos conmigo delante suele decirme eso de «no, tu no, los otros»… y yo -en un alarde de falta de modestia absoluto-, les creo. Pero cada vez me parece más duro y no siempre justo, así que he tenido la necesidad de hablar y compartir mi perspectiva.
No, no puedo decir que me gusta como funciona la universidad pública española (y hablo de la pública porque es en la que trabajo y la que me interesa sobretodo)… Podríamos ser mejores, podríamos hacer mucho más… No voy a hacer de este un post sobre qué hago yo por la universidad ni por la educación universitaria (si lo hago ya se notará, ya me pongo demasiadas medallas habitualmente), seguro que puedo hacer más y mejor (de eso quiero escribir esta semana), pero si alguien me preguntase cuál sería mi lista de deseos para mejorar la universidad, le diría que…

  • Sería feliz si pudiera leer lo que escriben mis alumnos cada semana y dar feedback a cada uno de ellos como merecen. Los excelentes evidentes lo son conmigo o sin mi, pero hay tanto excelente de «tapadillo» que se nos está «escapando» mediocremente…
  • Me gustaría tener menos de los 380 alumnos de media que he tenido cada año (aunque he aprendido mucho de todos, incluso cuando he tenido hasta 450 en un mismo año, 300 el año que menos en los 8 que he dado clase).
  • Me gustaría que los profesores más jóvenes no estuvieran (-mos) obligados a escribir cuantos más artículos en revistas con «índice de impacto» mejor. Artículos y refritos que en la mayoría de los casos no leerá nadie en revistas que cobran cantidades esperpénticas por leer en línea un artículo.
  • Sería un alivio y una oportunidad que los congresos científicos fueran sitios para discutir y aprender y no ventanillas para recoger certificados que acreditan que hemos presentado comunicaciones a audiencias vacías o sordas.
  • Me encantaría que la inversión pública en investigación tuviera la obligación de difundir sus resultados en público y abierto y que se tuviera en cuenta a la hora de valorar a los investigadores.
  • Sería perfecto que la formación de los profesores universitarios incluyese su día a día y no sólo cursos de asistencia puntual sin impacto en las clases.
  • Me encantaría que mi horario laboral no incluyese una interminable parafernalia de documentos absurdos y de previsiones de planificación sobre cosas que no puedo planificar y coordinaciones imposibles con la situación actual.
  • Me gustaría que la figura de profesor asociado fuese lo que pretendía ser en un comienzo, una figura que nos trajera lo mejor del desempeño profesional a la academia y enriqueciese la visión de los estudiantes y colegas, y no un forma de hacer contratos precarios con sueldos vergonzosos por horas mal pagadas y peor sostenidas. Y, en consecuencia, me gustaría que el contrato de asociado fuese la excepción y no la norma en la universidad pública (mi facultad tiene en la actualidad más de un 65% de profesorado asociado).
  • Sería genial si los sueldos del profesorado universitario fuesen coherentes con el del resto de trabajadores, por responsabilidad, formación, desempeño (claro, entendiendo que son investigadores y profesores, no dependientes de una tienda donde los estudiantes son clientes y las carreras productos)…
  • Me gustaría que los que pretenden desmantelar la universidad pública con argumentos falaces estuvieran solo fuera de la universidad pública, serían un enemigo más evidente.
  • Me gustaría que las comparaciones interuniversitarias se hicieran con base en índices relacionados con su metodología docente, su coherencia investigadora, la capacidad crítica de sus profesores, estudiantes y egresados,su impacto social y más cosas… ¡Ah! Y que se aplicara un índice corrector que relacione esos datos con la inversión per cápita.
  • Y sí, me encantaría que mi universidad se gestionase mejor, que los profesores (yo la primera) fuéramos más profesionales, más inteligentes, más modernos, más inquietos, más apasionados, más comprometidos científica, social y políticamente (porque la educación lo merece), más responsables, más modestos, que leyéramos más y que nos dejásemos más la piel por la educación pública y por nuestros deberes…
  • ¿Y yo qué hago mientras tanto?
    Pues yo no creo que los deseos se cumplan, yo creo que se consiguen.
    Yo creo que mis estudiantes y mi sociedad se merecen una universidad mejor, y por eso trabajo en la universidad pública e intento, desde mi labor profesional y desde mi papel como ciudadana, cambiar todo lo que puedo para conseguir esa lista de deseos (con mejor o peor fortuna). Siempre desde la esperanza del que cree y desde la desazón de el que sabe que no puede cambiarlo todo.