Nihilnovumismo: (Del lat. Nihil novum sub sole, nada nuevo bajo el sol, e –ismo) Síndrome de la antisorpresa, practicado por más de uno, nombrado con esta denominación por novadores en una comida de las suyas hablando de lo poco que han cambiado las cosas 🙂
Presumo de muchas cosas, una de las que más me permite presumir es de que tengo acceso cercano a algunas de las cabezas pedagógicas mejor amuebladas de este país en pedagogía y –muy especialmente- en el campo de la tecnología educativa.
Uno de ellos, uno de mis maestros es del grupo de los grandes veteranos de la tecnología educativa en España que además empezó a trabajar en “esto” allá por los tiempos del vídeo. Paco, tiene una visión marcada por la perspectiva de la comunicación y de la filosofía con la que mira siempre hacia la tecnología educativa, pero además tiene la visión de los años que le permite no dejarse deslumbrar demasiado por las luces de colores y mantener una perspectiva crítica que le hace mirar el presente haciendo balance de cuánto de esto sea dicho ya, pero con otras palabras y en otros contextos.
Y casi siempre tiene razón.
Esa perspectiva, y mis maestros por supuesto, me ha enseñado mucho. Las discusiones con ellos –con Paco el primero jeje- me han enseñado más que cualquier libro. He aprendido a llevar las gafas de sol casi siempre puestas y a protegerme de que alguien me deje ciega en un alarde de colorines.
Ahora bien, cada vez veo a más personas –yo en algunas ocasiones-, que no usan esta postura como gafas de sol de protección, sino como venda opaca y como principio de orden. Se trata de no ver ninguna luz en las luces que pasan delante de ti…
En algunos casos se trata de veteranos y en otra de recién llegados como yo, en algunos casos la venda se fragua con años y en otras simplemente con haber leído muchos twitts o blogs –razones ambas que nos dan la impresión de estar en posesión de la verdad-… ya da igual lo que vean u oigan… “ellos ya lo dijeron” (aunque ese es otro síndrome, el del “plagiarismo retroactivo” al que a lo mejor le dedicaremos un post en el futuro), “es más de lo mismo y peor” o “a ese que lo dice le faltan años/lectura” para poder decirlo.
Lo cierto es que, en un impostado alarde de sentido crítico, nada les sorprende, nada aporta nada, nada es una innovación, todo es más de lo mismo… Nada nuevo hay bajo el sol, ¿para qué mirar? Además, no se discute, no se argumenta, y menos con aquellos que “no han visto todo lo que ellos han visto”.
Alguna vez me he visto a mí de esa guisa… pero entonces vuelvo a encontrarme con alguien (hay muchos de esos también) que me recuerda que me quite la venda y me ponga las gafas. Alguien que de pronto, desde su veteranía y generosidad se sorprende a mi lado de algo que ha dicho, escrito, pensado, hecho, otro alguien grande o pequeñico (a veces incluso yo) y me lo hace notar, poniendo énfasis en ESO que lo hace especial, bueno y deseable… aún cuando es consciente de que no ha cambiado el mundo.
Alguien que se da cuenta que para ser extraordinario no hace falta cambiar lo que hay bajo el sol… sino descubrir los detalles que lucen en cada hora del día…
Alguien que me muestra que dejar que la luz pase es la única forma de aprender. Y a mí me gusta aprender.
Empezada la temporada de saraos TIC (informales y formales, de grandes y chicos), sea este un llamamiento a desempolvar las gafas y a quemar las vendas… que no nos encandilen, pero que no nos perdamos el paisaje.
(adenda: Cuando hablo de Paco, en este caso me refiero a Paco Martínez Sáchez, aunque hay más Pacos con gafas de sol que me han enseñado mucho y que responderían también a muchas de las características descritas, incluso a las discusiones con xD)