Hace tiempo (no tanto la verdad, pero me gusta ver mis años largo e intensos), aprendí de mis profes que hacía falta abrir ventanas en la clase al exterior, y mirar en otras realidades y dejar que otros mirasen dentro de nuestra clase. Por eso cada periodo de clase, intentamos traer a nuestra aula de la universidad otra realidad, o retransmitir por internet la realidad de nuestra aula, esperando que el viento fresco de otras miradas nos refresque la cotidianidad, la perspectiva y el pensamiento.
Pues bien, para cerrar con todo el esplendor posible la vida de esta asignatura a la que le tengo tanto cariño (Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación en tercer curso de la titulación de Maestro), este último cuatrimestre hemos tenido la suerte de abrir un par de ventanas de las que creo que hemos aprendido mil cosas: hace unas semanitas entramos en el Cole de San Walabonso de la mano de su embajador de oro Fernando García Páez (@fgpaez) y nos dejamos envolver por el torbellino que hace de San Walabonso un lugar tan especial.
Esta semana abrimos la segunda ventana, a modo de clausura de actividades, hemos entrado nada más y nada menos que en la clase de los niños de 6D del CEIP T. Ybarra de Tomares, o lo que es lo mismo, hemos entrado en la clase de Lola Urbano Santana (@nololamento).
¿Y por qué en clase de Lola? Razones hay mil, os lo aseguro, emoción y pasión serían seguramente las dos razones principales para querer enseñar el trabajo de Lola –y de sus niños-, pero no sería el único ejemplo. Sin embargo hay una razón clave para haber pedido a Lola el favor de que nos dejara entrar a conocer a sus niños y niñas: en la clase de Lola trabajan desde hace un tiempo en la mayoría de sus asignaturas con base no en un cuaderno, sino con base en un PLE (Personal Learning Environment).
¡Y eso fue lo que nos contaron!
Conocimos a la clase, algunos de ellos se “atrevieron” a hablar con nosotros: Lidia, Andrea, Moi, Paula, Natalia… que se iban asomando poco a poco y nos iban contando qué era eso de su Personal Learning Environment, y cómo había puesto el centro de ese PLE en un blog. Así nos contaron cómo lo que hacían lo iban poniendo en sus blog, nos contaron que algunos hacen sólo “lo que Lola nos manda”, pero otras buscan cosas fuera e incluso han creado otros blogs donde ponen otra información que les interesa o que creen que puede interesar a otros. Nos contaron lo que piensan los padres, lo que hacen normalmente, ¡incluso algunos se quedaron un ratico de su recreo para hablar con nosotros!
Desde la universidad había más silencios (aunque las caras de mis estudiantes eran fenomenales), pero al fin alguien se atrevió a hacer una pregunta: “¿y tenéis muchos recursos para hacer todo eso?”
Entonces nuestr@s invitad@s nos contaron que a veces sí y a veces no, que tenían muchas cosas pero que no siempre funcionaban, y que en ese momento de hecho, estaban conectando con nosotr@s gracias a la conexión de Internet del móvil y al ordenador personal de su profe.
Volvimos a recordar cosas que ya habíamos visto en San Walabonso, como que no todo se hace con TIC, y que no se trata de “pasar al ordenador” nada, sino que la naturalidad es clave en los procesos.
Hay dos cosas que resuenan en mi cabeza desde que nos vimos el martes, la primera pasó durante la videoconferencia:
Una de nuestras invitadas nos contó cómo habían ido a la Universidad de Sevilla a conocer a Francesco Tonucci… y ¡cuánto les había gustado!, y al preguntar ¿por qué les había gustado tanto? La respuesta era inapelable (perdón si la literalidad no es fiel del todo):
“Porque nosotros creemos que a los adultos no les importan los niños, y a él le importa lo que nosotros pensamos y nos presta atención”
Y la otra cosa que se queda dando vueltas en mi cabeza surgió cuando se cerró la ventana de la videoconferencia y nos quedamos solos a reflexionar en Murcia: pensamos… ¿será que los niños y niñas de esa clase serán tan callados/pasivos como nosotros somos hoy en la universidad? ¿se conformarán con tener unas mesas atornilladas al suelo y profes que repitan lo mismo año tras año? ¿seremos capaces de seguir formando personitas como nosotros en las escuelas, o como ellos?…
Hay muchos matices y discusión al respecto… seguramente, tengo la suerte de tener entre mis estudiantes gente maravillosamente activa y comprometida, pero espero estar aquí cuando vengan a la universidad las generaciones de las clases como la de Lola, de los coles como San Walabonso…
Hemos tenido otra oportunidad impagable de ver que la escuela puede ser mejor de lo que la tenemos pintada en la cabeza… y que depende de nosotros, de TODOS nosotros. Hoy mis estudiantes han aprendido mucho más de lo que podría haberles contado… hoy hemos visto más allá de nuestras paredes…
Volvimos a ser conscientes de que otra realidad en el aula es posible y que hace falta conocimiento, pasión y compromiso para llevarla a cabo.
Gracias, muchas gracias por venir, y gracias por dejarnos entrar 🙂
¡Por cierto! ese día también retransmitimos, gracias al atrevimiento y el entusiasmo de una de mis alumnas, Paula @pau_om quien se atrevió con Ustream y aquí nos dejó el video, ¡¡Gracias Paula!! eres el relevo de nuestro querido @diegogg!!
Me ha gustado la experiencia. Desde luego que se aprende mucho de los niños y me ha llamado enormemente la atención el comentario de esa nena sobre Francesco Tonucci. Darnos cuenta que pueden pensar que a los adultos no nos importan… es para hacernos reflexionar.
Saludos